Junio 23 de 2006 - Mensaje de Nuestra Señora a Christina Gallagher
Hijos Míos, les doy la
bienvenida hoy aquí a mi primer casa de la cadena de casas. Con el
tiempo, algunos de ustedes testimoniarán muchos signos y recibirán
muchas gracias y curaciones para convencer sus corazones dudosos.
Ustedes han permitido al espíritu de la oscuridad que los seduzca
hacia una mayor decepción y duda. Este país pronto sufrirá mucho.
Los dolores del parto han iniciado. Ustedes hijos Míos, me recuerdan
la parábola en el Libro de la Verdad, a las vírgenes sabias y a las
vírgenes necias, muchos se han convertido como las vírgenes necias:
Les he llamado, pero sus corazones o sus oídos no escuchan ni
responden. Los corazones que estaban abiertos pero eran débiles han
caído y ocasionado lágrimas a Mi corazón maternal. Yo los amo, pero
provocan muchas cosas contra ustedes mismos. Dios ha elegido esta
casa y les ha enviado a su mensajera de la paz. Han cerrado sus
corazones a la verdad y a la manera en que Dios la ha probado al
mundo como verdadera, únicamente el embaucador puede negar esto. Por
la respuesta de ustedes lentamente le están sustrayendo vida a Mi
mensajera. Sus cruces (de mi mensajera) han sido muchas al igual que
sus lágrimas. Mi querido Hijo Jesús obtiene muchísimo amor a través
de la cruz de ella, mediante la cual, está salvando muchas almas.
Hijos Míos, aprendan a rendirse y a abrir sus corazones para recibir
la múltiples gracias que Dios desea darles. Denle la espalda a la
oscuridad que los está guiando a separarse de Dios. Deseo que estén
conscientes de la gran gracia y amor que Dios les ofrece. Les ruego
que respondan y ayuden a mis hijos de esta casa. Ayúdenlos a ponerla
en orden para la salvación de muchas almas. Dios desea protegerlos
en cuerpo y alma. Ustedes tienen que elegir. Hijos Míos, tengan
cuidado de aquellos que vendrán a mi casa vestidos con piel de oveja
pero sus corazones están llenos de la oscuridad. En mi casa no hay
cabida a malas palabras ni a chismes malvados. ¡Oh! Miren cómo lloro
al ver lo rápido que caen en las tentaciones del maligno a través de
los chismes y mentiras para dividirlos y conquistarlos. ¡Provocan
lágrimas de Mi corazón! Hijos Míos, les ruego que abran sus
corazones a la verdad y se apresuren a poner en orden ésta, que es
Mi casa. Deseo que esté terminada y adecuada para su Señor quien los
ama. Ustedes no tienen nada qué ofrecerle que Él no se les haya dado
antes. Cuán tontos puedes ustedes ser al pensar que cualquier cosa
que tienen es de ustedes. Aquellos de ustedes, hijos Míos, que
deseen permanecer con sus corazones cerrados no los podré ayudar y
tendrán mucho que sufrir. Sólo puedo invitarlos ya que soy su madre
de alma y no puedo más que amarlos. Estoy hoy aquí con ustedes según
lo ha deseado Dios para impartirles Mi bendición, amor y gracias. En
el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Casa de Oración de Nuestra Señora Reina de la Paz/ Texas
Fiesta del Sagrado Corazón
Junio 23, 2006
Mensaje de Jesús
Mi pequeñita, Te bendigo por tu respuesta de estar aquí en la Casa
de Mi Madre. Mi Sagrado Corazón se regocija junto con Mis pequeños
de Mi Corazón. ¡Cómo recompensaré a todos aquellos que han tratado
responder tan arduamente y tener todo listo para este día especial
de gracia y las muchas almas que atraeré hacia Mí a la eternidad!
¡Ay de aquellos que se afanan realizando el trabajo del anti-cristo!
El está en la tierra y desea devorarlos. ¡Qué mal preparados están
ustedes! Permiten ser atrapados en sus redes. Aquellos que no creen
a mi pequeñita de la verdad, Christina, a quien he probado ante el
mundo las grandes proezas para que testifiquen los múltiples frutos
de Mi Sagrado Corazón a través de ella, los que han sido dados por
Mí para que así ustedes crean. Muchas cosas malas se avecinan para
este país. Si desean afanarse en la falsedad entonces ustedes
cosecharán su recompensa. Las casas de oración han sido objeto de
burla y las han tratado como si fueran un juego y no un llamado Mío
a través de Mi Madre para la protección de ustedes y la salvación de
sus almas. No se burlarán de Mí por mucho tiempo más. Los bendigo en
el deseo de Mi Sagrado Corazón. En el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo.