En una ocasión diferente, Nuestra señora aludió a esto cuando dijo a Christina,
"Los tres pecados que afligen más el corazón de mi Hijo en este tiempo son:
El aborto, el asesinato de los inocentes;
El sacrificio de los inocentes a Satanás;
Y el inmoral abuso de los inocentes."
Christina nos dijo:
"En una ocasión se me permitió ver solo un día de asesinatos por aborto; fue algo que me impactó. Quizás, porque yo no había puesto demasiada atención en el aborto antes y aún la palabra aborto no tenía otro significado para mí mas que era algo que no se debía hacer. No lo había tomado nada más en serio que esto."
"Entonces me fueron mostrados miles y miles de pequeños bebés. Eran todos pequeños y hermosos bebés y estaban acurrucados en una posición de pequeños capullos. El cual obviamente era el vientre. Algunos eran más grandes que otros. Algunos estaban listos para nacer. Pude ver sus cabezas, cuerpos, piernas y brazos. Pude verlos moviendo sus manos, sus cabezas y sus pies y pude verlos sacudirse. Esto afligió tanto mi corazón porque no era algo desarrollado. Y encontré esto doloroso. No podía creer que alguna madre que de verdad lo fuera, hiciera algo como esto, o que un doctor hiciera algo así."
"Fue así como me hice consciente que era trabajo de Satanás. Para salvarlos, la Madre Bendita me pidió que ofreciera el Santo Contenido de la Misa, rezara el Santo Rosario a su Inmaculado Corazón y rezara la Oración del Bautismo. "Y de esa manera", dijo la Reina de la Paz, "Yo podré tomar cada uno de mis pequeños bebés dentro de la seguridad de mi Inmaculado Corazón".
"Asíque oré. No sabía lo que iba a pasar - si los padres de los bebés o las mujeres involucradas habrían de cambiar su decisión acerca del aborto. Yo honestamente no sabía que iba a pasar sino hasta el día siguiente".
"Al día siguiente, yo estaba pasando por el más increíble sufrimiento. ¿Cómo puedo describir este sufrimiento? Si tuvieras dos niños y estuvieras viendo morir a esos dos niños, ¿Qué sentirías? Así era como yo me sentía. Un profundo pesar e impotencia. Esto causó angustia a mi corazón y a mi mente. No podía dejar de llorar, mi espalda se quemaba como si recibiera azotes."
"Hoy en día, cuando oigo que una muchacha está embarazada, pienso que una mujer debe proteger a la muchacha y al bebé. La gente necesita ayudar a otros a que vean la realidad de que sólo con el don Divino de la vida, un hombre y una mujer pueden crear la carne de un niño. Sólo Dios puede dar el alma al niño. Siento amor por esos pequeños bebés, así como por sus madres y también una impotencia. Después de esta revelación, el aborto tomó totalmente una nueva imagen - un nuevo significado para mí. Esa palabra "aborto", ahora rasga mi corazón."
Para incrementar el significado de lo que le fue mostrado. Nuestra Señora explicó en términos muy precisos, lo que el Cielo consideraba como aborto: "Mi niña, mi corazón llora sangre por la abominable matanza de un no nacido - asesinato, asesinato. Que castigo acarreará sobre mis hijos". Christina dice, "hay más en esto que lo que ven nuestros ojos. En cuanto a mi, esto me recuerda el tiempo de Jesús cuando la gente gritaba "Crucifícalo, Crucifícalo". Siendo que era inocente. Y de la misma manera, los pequeños bebés en los vientres de sus madres, son también víctimas inocentes.
"Así, a través de obligarla o por las situaciones, o lo que sea, nuestro mundo hoy en día demanda que una mujer tiene derecho sobre "su" cuerpo. Ahora bien, en el acto de lujuria en el cual toma parte, y a través del cual el bebé es concebido, aunque el bebé no es ella misma: es una nueva vida distinta - esa mujer exige poder crucificarlo. Ella dice "Yo tengo el derecho". No, Dios le da al hombre y a la mujer el don de crear la vida pero sólo Dios tiene el derecho a quitarla."
Christina recalca la solicitud de nuestra Madre Bendita de rezar por las madres quienes pueden terminar con la vida de su hijo no nacido. Muchas de las madres que han tenido un aborto pueden ser no practicantes dentro de la iglesia, y debido a su sentido de culpa y miedo a lo que han hecho, pudieran no permitirse desear el bautizo de sus bebés abortados.
El hecho que Nuestra Madre lo haya llamado "una oración", claramente indica que ella no intenta, como verdaderamente tampoco la Iglesia lo permite, un uso remoto del sacramento del bautismo, sino una intensa súplica para que cualquier bebé cuyos padres no están arrepentidos y están ligados con el demonio y que no deseen la salvación de sus niños abortados no sean excluidos dichos bebés de modo alguno. A través de la comunión de los santos tratamos de expresar el "deseo de bautismo" en su nombre por medio de una oración. Una posible oración sugerida por el director espiritual de Christina Gallagher, el padre Gerard McGinnity, es la siguiente:
TODOS USTEDES QUIENES HAN NACIDO MUERTOS, Y CONTINÚAN NACIENDO MUERTOS DURANTE EL DÍA Y LA NOCHE, A TODOS USTEDES QUE SON MATADOS EN EL VIENTRE DE SUS MADRES Y CONTINÚAN MATáNDOLOS, A TODOS USTEDES SE LES DARÁ LA VIDA ETERNA POR NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, YO TE BAUTIZO (DAR AL NIÑO UN NOMBRE BAUTISMAL GENERALMENTE EL NOMBRE DE MARÍA, JOSÉ, JUAN, O EL NOMBRE DEL SANTO QUE SE FESTEJA EN ESE DÍA) EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO, Y DEL ESPÍRITU SANTO.
AL FINAL REZA EL PADRE NUESTRO Y UN AVE MARÍA Y UN GLORIA AL PADREÉ"
En septiembre 26 de 1992, mientras se encontraba en Escocia, Christina tuvo una moción, la cual la iluminó respecto a los efectos poderosos que pueden ser alcanzados a través de nuestro seguimiento a este mensaje.
Durante la Misa, en la Sagrada Comunión, Christina vio a Jesús cayendo con la corona de espinas en Su Cabeza y con su Corazón Visible. Sangre goteaba de las heridas en Su Cabeza y vió a unos bebés pequeñitos entrando en Su Santísimo Corazón. Entonces el Señor pidió a la gente que ofrecieran el contenido del Santo Sacrificio - él mismo - en reparación del pecado del aborto. Sin embargo, Christina añadió, "La gente debe decidir por su libre albedrío, el hacer la reparación de todos los pecados del mundo, especialmente el pecado del aborto. Debemos estar preparados a pagar las consecuencias del mal uso de este don de la sexualidad".
El flagrante abuso de la vida humana en este crimen en particular del aborto, seguramente toma en cuenta la observación que Nuestra Señora hizo a Christina en el mensaje de noviembre 2 de 1992, en que muchos están "en la oscuridad y se alegran del asesinato y la matanza": Que "La humanidad nunca ha tenido tanta indulgencia al trabajo de Satanás como ahora" y que él (Satanás) "está jugando con las almas de Sus hijos como un niño juega con juguetes".