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DECLARACION

Una seria e injusta situación se ha desarrollado durante los últimos años en relación a la reputación y trabajo de la Sra. Christina Gallagher.

El 8 de septiembre de 2000, la oficina del Arzobispo Neary informó al periódico THE IRISH FAMILY lo siguiente: “Ninguna declaración de tipo alguno se ha realizado por alguna autoridad eclesial en esta arquidiócesis que pueda indicar que la situación de la Sra. Gallagher como católica sea diferente a buena.”

Nos preguntamos cómo, al mismo tiempo, la oficina del Arzobispo de Tuam pudo hacer esta declaración en Irlanda cuando en cartas enviadas a los obispos de EUA, Australia y las Filipinas en respuesta a llamadas telefónicas, declaró que ella “no está en buena situación” minando por lo tanto su buen nombre sin causa alguna. Nos preguntamos qué crimen pudo ella haber cometido.

Esta es la segunda ocasión que este tipo de declaraciones ha ocurrido. La primera en el año 2000 y ahora de nuevo en el 2006, cuando la Sra. Gallagher intentó establecer una casa de la cadena de Casas de Oración, ha sido objeto de renovados ataques. Es por demás doloroso así como injurioso para la Sra. Gallagher el soportar la destrucción de su buen nombre. La están satanizado. Igual y la excomulgan. Esta destrucción de la reputación de la Sra. Gallagher al declarar: “no está en buena situación” ha resultado en telefonemas amenazándola de muerte. Estas amenazas no deben ser tomadas a la ligera.

Las Casas que se están preparando en este momento están siendo construidas por gente local. El papel que juega la Sra. Gallagher es meramente de guía. Al ser Casas “de beneficencia” no son de ningún interés económico para la Sra. Gallagher contrariamente a insinuaciones que se han hecho. Su reputación está siendo una vez más destruida.

De hecho cuando el Arzobispo Neary envió la carta a los Obispos de Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá y las Filipinas en el 2000 declarando que la Sra. Gallagher estaba recorriendo sus países solicitando dinero, ella ni siquiera había salido de Irlanda por dos o tres años previos, ni había pedido dinero a nadie en Irlanda ni en ninguna otra parte, ni tampoco persona alguna había solicitado dinero en nombre de ella. Los fondos que llegaron, cumplieron con las solicitudes de Nuestra Señora como respuesta de la gente que leyó los mensajes de Nuestra Señora y sus oraciones.

Contrario a la impresión que se dá, la Sra. Gallagher ha sido siempre obediente, y desea permanecer siempre en obediencia, a la autoridad de la Iglesia. La única razón por la que cerró la Casa de Oración en 1998 se debió a que había sido despojada de los sacramentos. Por la insistencia del Arzobispo Neary, de que el Divino Sacramento estuviera en la Casa de Oración únicamente para adoración privada y que la Misa se impartiera sólo ocasionalmente, suprimió efectivamente la Casa de Oración y la desproveyó de las funciones para las que había sido originalmente encomendada. Se culpó a Christina por haber cerrado la Casa en 1998 pero se debió únicamente a que la Misa y el sacramento de la Reconciliación le habían sido despojados y la intención era claramente de privatizar la Casa de Oración. La Señora Gallagher siempre sostuvo que no tenía objeciones de que la Casa de Oración se integrara a la parroquia local o a la diócesis. Ella únicamente deseaba que la autoridad diosesana le proporcionara una estructura dentro del derecho canónico que le permitiera cumplir con el propósito para la que fue inicialmente establecida y se le permitiera venir a la gente.

Fue debido a que el Arzobispo quitó los sacramentos en 1998 que una persona de los Estados Unidos trajo a su equipo de televisión a invadir la privacidad de la Sra. Gallagher y se dedicó a destruirla. La consternación que le ocasionó la remoción de los sacramentos y los intentos maliciosos de algunas personas para destruir su buen nombre le originaron un ataque al corazón que sufrió ese mismo año. ¿Acaso querrá el Arzobispo además de destruir su reputación ocasionarle más daños físicos? ¿Debe acaso acudir ella a la autoridad civil para pedir protección?

Uno se pregunta si el Arzobispo Neary se da cuenta que en este momento ella sufre de numerosas enfermedades y que debido al ataque al corazón que sufrió, no debe estar sujeta a presiones que pudieran resultar fatales. ¿Desea el Arzobispo cargar en su conciencia con la muerte de la Sra. Gallagher o ni siquiera le importa?

Cuando examinamos estos ataques maliciosos que amenazan de nuevo la salud y seguridad de la Sra. Gallagher, no podemos evitar preguntarnos si se les permitirá continuar y ser la causa de su muerte. Al comparar la forma en que ha sido tratado el P. McGinnitiy, su director espiritual, quien ha sido reivindicado, difícilmente nos sorprenderíamos de la forma en que ella ha sido tratada

La Sra. Gallagher no puede comprender la razón por la cual el Arzobispo ha dicho por todo Estados Unidos que “no existe evidencia de sucesos sobrenaturales” cuando de hecho existen pruebas médicas de gran calidad (proporcionadas por profesionistas que incluyen a un profesor en medicina) de cuatro curaciones que declaran que no hay explicación científica, médica o psicológica alguna. Más de 500 curaciones se han reportado y están documentadas. Sin embargo el 8 de septiembre de 2000, la oficina del Arzobispo Neary declaró al periódico IRISH FAMILY que “la arquidiócesis no ha llevado a cabo investigación alguna relacionada a alguna declaración de alguna persona que haya sido curada de una enfermedad terminal como resultado de su contacto con la Sra. Gallagher y su trabajo. No existe ningún plan en este momento de conducir dicha investigación”.

Los Consejeros y Directores del Consejo de Nuestra Señora Reina de la Paz.
Septiembre de 2006.